Los frenos de aire (que se encuentran en los grandes camiones y autobuses de pasajeros) se componen de una unidad de compresión de aire, líneas de aire y cámaras de freno de aire (también conocidas como "ollas"). Las cámaras de aire, que actúan como mecanismo de seguridad en caso de que el sistema pierda presión (normalmente por debajo de 60 psi), son especialmente vulnerables al desgaste con el paso del tiempo.
Pequeño fugas de aire en estos sistemas son difíciles de encontrar. Estas fugas pueden convertirse rápidamente en grandes problemas y aumentar los gastos de funcionamiento. Por ejemplo, cuando se producen fugas en los frenos de aire, el vehículo pierde una presión de aire continua adecuada. Esto hace que los frenos se fijen y se bloqueen si la presión es demasiado baja. Un camión que necesita ser reparado puede costar a una empresa entre 900 y 3.000 dólares al día debido al tiempo de inactividad y la improductividad.
En determinadas circunstancias de conducción, el aire de los sistemas de frenado puede agotarse más rápidamente. Por ejemplo, los frenos de aire se utilizan con menos frecuencia en las autopistas y se utilizan rápidamente en la conducción de alto tráfico o en la ciudad. En estas situaciones, es vital que los sistemas de frenos de aire estén totalmente presurizados. Las empresas pueden ser responsables si se produce un accidente de tráfico y se descuida la inspección y el mantenimiento de las piezas.
El TP-9367 Herramienta de diagnóstico por ultrasonidos Marksman™ II puede ayudar a encontrar fugas en los frenos de aire mucho menos difícil. El Marksman II™ funciona según el principio de que las fugas presurizadas producen fricción y sonido ultrasónico en el lugar de la fuga. El Marksman II™ convierte y amplifica el sonido ultrasónico inaudible en un sonido "natural" audible que el oído puede captar fácilmente. El resultado es más rápido y extremadamente preciso detección de fugas en los frenos de aire.